No hay duda de que llegar el viernes por la noche a casa de tu novio y ver que en su espejo ha colocado la foto de un modelo de firma no es desde luego el comienzo ideal para un buen fin de semana.
No pongo en duda su buen gusto ni su criterio en la selección del chico del espejo, pero no puedo evitar cuestionarme la falta de sensibilidad en la intención, sobre todo cuando uno está haciendo esfuerzos sobre humanos por aceptar una situación nueva y huir de la tentación de estar constantemente comparándose con el resto de la humanidad, mucho más aún, con un chico 10.
Si a este hecho su une que el temporal que invade España ha llegado también a tu cabeza en forma de falta de humor y apatía, no son precisamente los componentes clave para sentirte al 100% con tu novio, y mucho menos para deshacerte en sonrisas ni cumplidos forzados carentes de espontaneidad.
De manera que después de intentar hacer el esfuerzo de “sentirme bien” y hacer sentir bien a los que me rodean, hoy he decidido que como un ser humano más, también tengo plena autonomía para permitirme estar triste, cabreado, susceptible, enfadado y borde.
Seguro que el chico del espejo en su sesión para Dior, con su estilismo perfecto, su cabello ondulado y su fibrada anatomía tendría posiblemente mucho más sentido del humor que yo, más ganas de reírse y hasta seguro que más ganas de sexo.
Decidí que por el momento mi novio estaría mejor solo que conmigo, o en todo caso, con el chico del espejo, a fin de cuentas le hubiese bastado una ráfaga de aire para caer del espejo y colocarse en mi lado de la cama.
No pongo en duda su buen gusto ni su criterio en la selección del chico del espejo, pero no puedo evitar cuestionarme la falta de sensibilidad en la intención, sobre todo cuando uno está haciendo esfuerzos sobre humanos por aceptar una situación nueva y huir de la tentación de estar constantemente comparándose con el resto de la humanidad, mucho más aún, con un chico 10.
Si a este hecho su une que el temporal que invade España ha llegado también a tu cabeza en forma de falta de humor y apatía, no son precisamente los componentes clave para sentirte al 100% con tu novio, y mucho menos para deshacerte en sonrisas ni cumplidos forzados carentes de espontaneidad.
De manera que después de intentar hacer el esfuerzo de “sentirme bien” y hacer sentir bien a los que me rodean, hoy he decidido que como un ser humano más, también tengo plena autonomía para permitirme estar triste, cabreado, susceptible, enfadado y borde.
Seguro que el chico del espejo en su sesión para Dior, con su estilismo perfecto, su cabello ondulado y su fibrada anatomía tendría posiblemente mucho más sentido del humor que yo, más ganas de reírse y hasta seguro que más ganas de sexo.
Pensé que sería mejor regresar a casa donde me puedo tomar la libertad de estar serio sin que nadie me pregunte qué te pasa, o servirme una copa de vino tinto para relajarme.
Decidí que por el momento mi novio estaría mejor solo que conmigo, o en todo caso, con el chico del espejo, a fin de cuentas le hubiese bastado una ráfaga de aire para caer del espejo y colocarse en mi lado de la cama.
1 comentario:
Una cosa es la realidad, y otra la fantasía, por otro lado tan necesaria. Estoy seguro que tu novio te adora, pero a veces necesitamos evadirnos y soñar, necesitamos mitos. Sinceramente creo que no se debe hacer de eso una montaña, ademas: ¿acaso tu no has deseado nunca hacer lo mismo con una foto de Brad Pitt o de Paul Newman?
Por cierto, el otro vi una nevada y me pareció un regalo de Dios.
Un abrazo y cuidate mucho.
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